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Dos excesos: excluir la razón, no admitir más que la razón. Blaise Pascal

Saturday, February 03, 2007


¿POS(T)MODERNO?



Escucho:
Cat Power, What Would The Community Think. Me encontré este disco del poder del gato, es muy distinto al de The Greatest, aunque es la voz acompañamiento, maneja una actitud bastante cruda.


Cierto es que a veces se dejan de ver las cosas que realmente importan, el pragmatismo de la vida diaria lo impide, nos ciega ante todo, vivimos tan de prisa que pocas veces nos detenemos a pensar, simplemente pensar, ya que reflexionar está muy lejos de este mundo ajetreado.


Lo anormal se vuelve normal, el capitalismo tiene una gran cualidad normalizadora. El atacar lo que parece injusto hace a la gente anormal, pero después de un tiempo esas críticas terminan siendo alienadas por el sistema sin que nada cambie. De hecho este discurso da bastante flojera, es el de siempre, las posturas radicales o revolucionarias han dejado de tener fundamento ante el ambiente normalizador. La izquierda se funde con la derecha, los movimientos sociales carecen de sentido, el socialismo murió hace ya bastante tiempo, los nuevos gobiernos de izquierda tienen poco que hacer y poco que decir ante el momento de homogeneidad que estamos viviendo. Los discursos radicales parecen utópicos, ya que todos creemos sabemos la que realidad no cambiará, aunque Bloch dice que los que es puede no ser, en estos momentos pienso que la racionalidad del mercado dicta la realidad y todo lo que se quiere sustraer a esto no es más que un sueño.


Si bien las categorías se han caído, la realidad discursiva es la que sigue primando, no hay nuevos paradigmas, no parece haber salida, no hay fenomenología que alcance. La única realidad es la del mercado, la realidad está totalmente trastocada, el imperativo categórico es el dinero, es el punto de partida y de llegado, es con lo que se sueña. Las personas ya no piensan en cómo las cosas pueden mejorar, sino que el mundo no sea peor. El desencanto es evidente, no atrapa, lastima, y lo peor es la inmovilidad, la desesperanza, ante un siglo lleno de fracasos. La esperanza en el progreso se convirtió en una forma de la propia auto destrucción, esa era la esperanza hacia el futuro, pero se equivocadamente se hizo creer que sólo se puede pensar el presente, las grandes narrativas fenecieron. ¿No hay futuro? eso no lo sé. Tal vez me estoy volviendo posmoderno al estilo de Foucault.

1 Comments:

At 3:12 PM, Anonymous Anonymous said...

¿Posmoderno? No, simplemente Pablo. Un gran amigo, aunque estricto jefe. También enojón, también perfeccionista, también distraido.

 

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