MANDERLAY

Beirut, Gulag Orkestar. Uno de los indiscutibles discos del año.

Manderlay es una gran película del director Lars von Trier, de hecho es la secuela de Dogville, tal vez muchos la recuerdan por el excelente papel de Nicole Kidman, de cierta manera consagrada, o reivindicada mejor dicho, por haber aparecido en la última película Kubrick, en esta nueva producción de von Trier ya no aparece, pero toma su lugar Bryce Dallas Howard quien tiene una excelente actuación.

Esta cinta es una álgida reflexión sobre la libertad y el destino humano. La libertad no es fácil, muchas veces se paga un precio muy alto, tal como se demuestra en la granja a la que llega la actriz principal con su papa y en donde en el siglo XX todavía vivían como esclavos dentro de Estados Unidos.

Hay gente que parece asumir su destino como el único posible y la vida, muchas veces, sólo refirma ese lugar en le mundo. Eso es Manderlay, la imposibilidad de cambiar, el enseñarnos el alto costo de la libertad, a partir de que el lobo es el lobo del hombre tal como lo dijo Hobbes en su Leviatán. La tragedia también, quien nace para esclavo eso sólo puede ser porque no sabe hacer otra cosa. Las cosas que por momentos parecen cambiar se resisten a morir.