EL ESTADO Y EL MERCADO

Escucho:
Monk and Canatella. Buena música electrónica para relajarse un rato.


De pronto el Estado se quedó sin nada, ya no tenía las cientos de empresas públicas, la soberanía se volvía sólo un mito, su capacidad de decisión y control sobre asuntos nodales en la vida del país se hacía polvo. Ahora la pregunta es qué sucederá en algunos años, el mercado ha mostrado su ineficacia para hacer dotar de bienestar social a la población y realmente ese no es su papel. En la economía no hay cosas buenas o malas, simplemente cosas productivas o improductivas, eficaces o ineficaces, el punto es que según los pensadores de derecha, conservadores, liberales o como se les quiera decir siguen tendiendo fe en el modelo que a plenas luces se encuentra agotado.

Sin duda el Estado de bienestar como tal nunca regresará, ahora que se ha vendido todo con lo que se ha vuelto más allá de mínimo, el Estado ya no puede responder a las demandas sociales debido a que el mercado lo ha rebasado. Si bien es cierto que las empresas en poder del Estado no funcionaban todo lo bien que se podía esperar, también es cierto que muchas de las privatizaciones fueron fallidas y al final de cuentas se terminó pagando el rescate de éstas, por lo que más allá de haber ganancias con la venta de las empresas el Estado tuvo serias pérdidas.

Ahora las empresas operan con una lógica de la máxima utilidad, con lo que se enriquecen unos cuantos; digamos que los dueños y alguno directivos. Las empresas en poder del Estado no operaban en la lógica de la máxima utilidad, lo que para muchos podría ser un error, sin embargo, era una forma eficaz de distribución de los beneficios que generaba.

Lo importante ahora es repensar el papel de la política y del Estado, ya se ha visto a través de la historia y ahora con más fuerza que la famosa mano invisible no traerá los beneficios tan prometido por los liberales. El mismo Adam Smith pensó a la economía dirigida por un buen gobierno y no simplemente que se dejara todo en manos del mercado.