En México vivimos un tema complejo de violencia en varios niveles. En las escuelas el Bullying, en la casa dos tercera partes de las mujeres viven violencia física o psicológica, en la calle el narcotráfico es otro asunto de todos los días, los asaltos, los secuestros y el índice de homicidios en México es preocupante.
El problema de todo lo anterior es comenzar a normalizar la violencia, es decir, verlo como un asunto de la vida cotidiana que lo mismo se anuncia con el estado de tiempo, que con la sección de espectáculos del noticiero. Todos los días a todas horas estamos bombardeados por imágenes que contienen violencia: películas, series, noticieros, videojuegos, etc.
Acabo de oír a Ignacio Solares decir que la única forma que él tiene para combatir la violencia es por medio de la literatura y por eso él se dedica a escribir. Carlos Velásquez y César Silva, escritores mexicanos contemporáneos, critican la supuesta estética de la violencia en la literatura como recurso de marketing o de producción de programas de televisión, con sus honrosas excepciones como es Elmer Mendóza, que tiene ya varios años en esto y es un académico reconocido.
El punto es comenzar a pensar la forma en la que podemos combatir esta normalización de la violencia, obviamente la censura de los programas tal vez no sea la mejor solución. Sino, más bien, uno de los frentes a los que debe apostar el Estado y la sociedad es a un programa en materia de cultura mucho más ambicioso.
Inculcar a la sociedad en general el gusto por la lectura, el teatro, el cine de arte, la música, es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos; entiendo que los espacios culturales en general están muy limitados o simplemente la gente no asiste, y los medios más aún; no obstante herramientas como el Internet, las publicaciones independientes, apoyos por parte de fundaciones, las escuelas o por los encargados de la cultura pueden ser un buen punto para comenzar con la difusión y apoyo de programas culturales que puedan llegar cada vez a más población. Es momento de dejar de ver la cultura como un mero accesorio de las clases medias o altas y entenderlo como un instrumento que nos permitirá cambiar a nuestro país.
Así, la mejor forma de combatir la violencia termina siendo la imaginación y esa es la está faltando, tanto al gobierno, como a la sociedad en su conjunto, para proponer nuevas formas mediante las cuales podamos entender que un país libre de violencia en todos son niveles será un país con un mejor tejido social que es del que tanto hablan los políticos en sus discursos pero al final nadie parece tener claro qué es ni cómo recomponerlo.
5 Comments:
me gusto....
Podemos informar de otras cosas, sin negar el presente, difundir otras propuestas, y promover la cultura y la imaginación.
Buena reflexion
Mira na'más...
sí si tienes superyó!
Ahora me doy cuenta de que varías están equivocadas, no todo en ti son puntos y reven.
Mira na'más...
Ya decía yo que aquellas muchachas se equivocaban con eso de que "lo único que te importa son los puntos y el reven"
Ahora doy cuenta que es tu forma de sublimar la violencia.
Me encanta que escribas. Ya no dejes de hacerlo, por favor.
Gracias por sus comments, ya no voy a abandonar tanto este blog, pero el mal luego me quieta mucho tiempo =)
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