REFLEXIÓN SOBRE EL PRD

Escucho: Apollo 440, hace mucho que un grupo no me impactaba tanto a la primera oída, altamente recomendable.

A más de un mes de distancia la elección del PRD todavía no tiene solución, aunque Cota ordena cerrar el conteo en el PRD con 83.95% de las casillas y de acuerdo con la Comisión Técnica Electoral, aventajó a Ortega con 2.71% de diferencia, mientras tanto se designaron a dos encargados provisionales del despacho.

Estoy seguro que todavía falta un largo camino por recorrer en este conflicto, da tristeza ver cómo la supuesta democracia interna del partido termina en una desacreditación hacia el exterior y lo único que propicia son mayores divisiones y odios hacia dentro. Hace poco Fernández Santillán señalaba que la derecha es pragmática y por eso se mantiene cohesionada, en cambio la izquierda no y por eso vienen las rupturas, que hacia adentro hay un fuerte debate ideológico, tal vez no está del todo errado, pero en este momento no se ve por ningún lado ese gran debate ideológico, sólo se ven las pugnas por quedarse con los 400 millones de pesos en un año en el que no hay elecciones federales.

Encinas aliado de Obrador y Ortega el aliado del gobierno, pero más allá de esta división lo mejor sería plantear salidas negociadas y civilizadas, aunque ahora están muy lejos suceder. Es pasa cuando un partido gira alrededor de caudillos y de grupúsculos, ahora el reto es unificar las diferencias por el bien de la izquierda en México, con lo clásico que se dice una y otra vez, pero nunca pasa, anteponiendo los intereses de la nación sobre los de los grupos, lo cual es lo deseable, no obstante, veo muy lejano.

Para finalizar, ya de una forma muy pragmática, deberían llegar a un acuerdo y dividirse el pastel, ya que si hacia afueran dan una mejor imagen, esto representaría votos, por lo tanto, más puestos de elección popular y más dinero que repartirse en el partido, y por qué no, si es supuestamente el meollo del asunto, poder ayudar a más personas estando en el centro de las decisiones, el círculo virtuoso está ahí, sin contravenir cuestiones ético-ideológicas.